Además de la llegada del nuevo ariete, el capitán del Arsenal podría ser el refuerzo estelar del Barça si finalmente Ribéry no va al Camp Nou
Cesc Fàbregas puede ser aún la gran sorpresa del verano en cuanto a fichajes. El centrocampista catalán del Arsenal no está descartado, ni mucho menos, por el Barça. La clave de su posible llegada al Camp Nou pasa porque finalmente no hubiese nada que hacer con Franck Ribéry, a quien el Bayern se niega a traspasar, al menos de momento. Si eso no varía, Cesc podría convertirse en el objetivo del Barça como refuerzo estelar.
Además del delantero centro, cuyo aterrizaje se da por seguro pase lo que pase con Samuel Eto'o, Fàbregas sería entonces la alternativa mediática -que no futbolística- a un extremo como Ribéry. Cesc reúne una serie de condicionantes que hacen muy atractiva su incorporación. Por si acaso, el Barça ya ha sondeado su tasación, entre 35 y 40 millones de euros. Por ese precio, el Arsenal estaría dispuesto a vender a su joven capitán.
Las cualidades de Cesc convencen plenamente a Guardiola y Txiki. No es de extrañar, puesto que el de Arenys fue criado según el criterio de La Masia hasta que Arsène Wenger apostó fuerte por él y se lo llevó a Londres para acabar de convertir en unos años al prometedor mediapunta en su referencia en el campo. A sus 22 años, Cesc es hoy un jugador maduro, que ya ha enviado señales respecto a sus ambiciones futbolísticas.
Naturalmente, volver al Barça colmaría sus sueños profesionales y personales. Desde la perspectiva del club azulgrana, además, el regreso de un hijo pródigo ya se ve de otra manera a raíz de la feliz experiencia con Gerard Piqué. El central, como Cesc, también emigró del Barça siendo cadete hasta que el pasado verano el club azulgrana se decidió a reficharlo del Manchester a cambio de cinco millones de euros. La jugada no le ha podido salir mejor al Barça, pues como admitió el presidente Joan Laporta, "en un año el valor de Piqué se ha multiplicado por siete". Cesc, en ese sentido, volvería ya a precio de crack consagrado.
Desde el punto de vista de filosofía de juego, la vuelta de Cesc al Barça tiene toda la lógica. Su llegada permitiría al Barça asegurar por muchas temporadas la pervivencia de un estilo de juego, junto a Andrés Iniesta y Xavi Hernández. Precisamente, Cesc sería con el tiempo el sucesor natural de Xavi. Como efecto inmediato, su llegada permitiría ubicar a Iniesta en la banda izquierda.
Por ahora, Cesc está en espera. El Barça lo tiene controlado y si algún club, como el Milan, hiciera una ofensiva, desde el Camp Nou se moverían. Si al final sale bien la 'operación Ribéry', al Barça no le importaría que Cesc estuviera un año más en el Arsenal. Pero si no es así, atentos a Londres (Fuente mundodeportivo.es)
Además del delantero centro, cuyo aterrizaje se da por seguro pase lo que pase con Samuel Eto'o, Fàbregas sería entonces la alternativa mediática -que no futbolística- a un extremo como Ribéry. Cesc reúne una serie de condicionantes que hacen muy atractiva su incorporación. Por si acaso, el Barça ya ha sondeado su tasación, entre 35 y 40 millones de euros. Por ese precio, el Arsenal estaría dispuesto a vender a su joven capitán.
Las cualidades de Cesc convencen plenamente a Guardiola y Txiki. No es de extrañar, puesto que el de Arenys fue criado según el criterio de La Masia hasta que Arsène Wenger apostó fuerte por él y se lo llevó a Londres para acabar de convertir en unos años al prometedor mediapunta en su referencia en el campo. A sus 22 años, Cesc es hoy un jugador maduro, que ya ha enviado señales respecto a sus ambiciones futbolísticas.
Naturalmente, volver al Barça colmaría sus sueños profesionales y personales. Desde la perspectiva del club azulgrana, además, el regreso de un hijo pródigo ya se ve de otra manera a raíz de la feliz experiencia con Gerard Piqué. El central, como Cesc, también emigró del Barça siendo cadete hasta que el pasado verano el club azulgrana se decidió a reficharlo del Manchester a cambio de cinco millones de euros. La jugada no le ha podido salir mejor al Barça, pues como admitió el presidente Joan Laporta, "en un año el valor de Piqué se ha multiplicado por siete". Cesc, en ese sentido, volvería ya a precio de crack consagrado.
Desde el punto de vista de filosofía de juego, la vuelta de Cesc al Barça tiene toda la lógica. Su llegada permitiría al Barça asegurar por muchas temporadas la pervivencia de un estilo de juego, junto a Andrés Iniesta y Xavi Hernández. Precisamente, Cesc sería con el tiempo el sucesor natural de Xavi. Como efecto inmediato, su llegada permitiría ubicar a Iniesta en la banda izquierda.
Por ahora, Cesc está en espera. El Barça lo tiene controlado y si algún club, como el Milan, hiciera una ofensiva, desde el Camp Nou se moverían. Si al final sale bien la 'operación Ribéry', al Barça no le importaría que Cesc estuviera un año más en el Arsenal. Pero si no es así, atentos a Londres (Fuente mundodeportivo.es)
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