La quinta eliminación consecutiva del Real Madrid en Liga de Campeones retrata la realidad de un equipo que se dirige al fin de un ciclo, alejado de su viejo poderío en Europa, inmerso en una dinámica devoradora de presidentes y entrenadores. Cinco años llevaba el Real Madrid sin encajar una goleada tan dura como la que le infligió el Liverpool en Anfield. No sufría el equipo madridista cuatro goles en contra en Liga de Campeones desde el 8 marzo de 2004, ante el Bayern de Múnich (4-1).
La inferioridad mostrada ante el Liverpool hace rememorar un duelo, veinte años atrás, ante el Milán. Nunca el Real Madrid había dado a Europa tanta imagen de impotencia desde aquel 5-0 encajado ante una máquina de hacer fútbol dirigida por Arrigo Sacchi.Lo acontecido en Anfield da consistencia a un argumento palpable desde el inicio de la temporada. Desde que el brasileño Robinho abandonó el barco y la directiva no fichó a nadie porque fracasó en su intento por Cristiano Ronaldo, y la opción desesperada de David Villa o Santi Cazorla.El Real Madrid no tiene plantilla para luchar por la Liga de Campeones. Muestra un proyecto que su techo es pelear por el título de Liga. Le faltan jugadores para más.
El Liverpool mostró el camino. El repaso como técnico de Rafa Benítez a Juande Ramos. La presencia sobre el campo de dos estrellas mundiales. Dos referencias como el inglés Steven Gerrard y Fernando Torres. Nombres que faltan en una plantilla, la del Real Madrid, que deambula en sus últimos intentos por la soñada décima Copa de Europa.Desde que se inició la 'maldición de octavos' con Vanderlei Luxemburgo hasta Juande Ramos, han pasado por el banquillo madridista Juan Ramón López Caro, Fabio Capello o Bernd Schuster. Ninguno ha dado con la tecla que haga recuperar el prestigio perdido en Europa. Juventus, Arsenal, Bayern de Múnich, Roma y Liverpool han devorado proyectos blancos. La llegada de Juande Ramos. Todo su trabajo. Fue encaminado a la Liga de Campeones, la competición en la que el madridismo tenía depositadas sus esperanzas. Un técnico especialista en eliminatorias, lo dejó de ser en un Real Madrid en el que no ha sabido ganar los encuentros decisivos. Perdió en el Camp Nou, empató ante el Atlético de Madrid y sus planteamientos ante el Liverpool han dejado a Benítez como el gran vencedor.
La imagen de Rafa se ha revalorizado a la par que ha caído la de Juande. Su continuidad en el Real Madrid depende de la conquista de la Liga. En su contrato tiene una cláusula de renovación automática en caso de ganar un título, pero comprueba que a su actual equipo le falta calidad. Las lagunas de la plantilla exculpan a Juande, que no inició la temporada, pero el error de reservar en el derbi a Gonzalo Higuaín antes que a un jugador como Arjen Robben -que nuevamente demuestra que no aguanta dos partidos de alto nivel en una semana-, o el castigo a José María Gutiérrez 'Guti' en Anfield, por su desplante tras ser cambiado ante el Atlético, son aspectos que el técnico no ha manejado como debía.
La noche trágica de Anfield. La derrota más dolorosa de los últimos años para el madridismo, dirigen al club a un fin de ciclo estructural. La conclusión de una etapa que sobrepasa a plantilla y técnico. La necesidad de adelantar las elecciones a la presidencia comienza a ser sopesada por Vicente Boluda. El Real Madrid necesita empezar a trabajar de inmediato en un proyecto de futuro. (Fuente EFE)
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