El meta internacional del Real Madrid evitó la mayor goleada en la historia del club blanco, pero acabó llorando por la impotencia de verse otra vez fuera de la Liga de Campeones.
Iker Casillas, el mejor jugador del Real Madrid en la debacle de Anfield, se fue llorando del césped del estadio del Liverpool. Raúl, viendo a su meta en esas circunstancias, ejerció de capitán y se fue a consolar al portero internacional. Seguramente el 'siete' le recordó su espectacular actuación en el encuentro y que sirvió para evitar que el Liverpool inflingiera a su equipo la mayor goleada de su historia. Sin San Iker, el Real Madrid habría salido de Anfield con el sonrojo más espectacular de su dilatada leyenda, pero el meta lo evitó con numerosos paradones.
De ahí que la imagen de Iker Casillas llorando desconsoladamente al abandonar el terreno de juego camino de los vestuarios fuera una de las imágenes más impactantes del choque y habla bien a las claras del carácter ganador de este campeón de Europa que, pese a que evitó una mayor goleada, no pudo resistir las lágrimas ante una nueva oportunidad perdida en la Champions. (Fuente marca.com)
De ahí que la imagen de Iker Casillas llorando desconsoladamente al abandonar el terreno de juego camino de los vestuarios fuera una de las imágenes más impactantes del choque y habla bien a las claras del carácter ganador de este campeón de Europa que, pese a que evitó una mayor goleada, no pudo resistir las lágrimas ante una nueva oportunidad perdida en la Champions. (Fuente marca.com)
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