Alemania cumplió y obtuvo una victoria sin brillo por 2-0 ante un tosco pero aguerrido Gales que, por momentos, logró complicarle la vida a los dirigidos por Joachim Löw
Alemania cumplió y obtuvo una victoria sin brillo por 2-0 ante un tosco pero aguerrido Gales que, por momentos, logró complicarle la vida a los dirigidos por Joachim Löw.
El comienzo del partido pareció confirmar la mayoría de los pronósticos con una Alemania que atacaba y un Gales que se concentraba ante todo en la defensiva y en importunar a los alemanes con una marca agresiva y pegajosa.
Alemania tuvo problemas para fabricar oportunidades de gol y el conjunto de John Toshack hubiera ganado, incluso, ese pulso inicial de no ser por un arranque de genialidad de Michael Ballack que, en el minuto 11, al ver al meta Will Hennesey adelantado, soltó un balazo desde 30 metros de distancia que se convirtió en la ventaja germana.
Alemania tenía mayor posesión de pelota e iba adelante en el marcador, pero estaba lejos de imponer autoridad en el campo. Incluso, llegó un momento en que los galeses intentaron la rebelión y estuvieron cerca del empate.
En el minuto 20, Bob Earnshaw tuvo una buena ocasión dentro del área -conjurada por una buena parada de Robert Enke- y, en el 28, los alemanes no se hubieran podido quejar si el central noruego Terje Hauge hubiese sancionado penalti a favor de Gales cuando el central Sedar Tasci se resbaló dentro del área y derribó a Ledley que buscaba rematar a puerta.
Esas dos situaciones fueron sólo los síntomas más notorios de que Alemania no tenía el pleno control del partido. La marca galesa molestaba mucho, las entregas imprecisas se multiplicaban y las ocasiones no empezaron a aparecer sino ya pasada la primera media hora de juego.
Mario Gómez tuvo una, en el minuto 32, cuando remató ligeramente desviado desde el borde del área tras recibir un pase de Ballack. Y un minuto después, Hennesey salvó a Gales del segundo al parar un disparo a quemarropa de Lukas Podolski.
Ya en el segundo tiempo, en el minuto 48, llegó el segundo gol que Alemania necesitaba para la tranquilidad y fue un gol en propia puerta del desafortunado Ashley Williams que atravesó el pie en momento para cortar un centro de Gómez.
El aumento de la ventaja le dio cierta tranquilidad a Alemania, pero Gales mantuvo el espíritu combativo poniendo todo lo que tenía, que no era mucho, en el campo. En el 57, Gales tuvo una ocasión para el descuento, otra vez en los pies de Earnshaw y otra vez conjurada por una buena parada de Enke.
Al final, a Alemania, lo poco que mostró le alcanzó para una victoria en la que hubo un poco de suerte sobre todo si se piensa en el penalti no sancionado de la primera parte cuando el marcador estaba 1-0. (Fuente espn.com)
Alemania cumplió y obtuvo una victoria sin brillo por 2-0 ante un tosco pero aguerrido Gales que, por momentos, logró complicarle la vida a los dirigidos por Joachim Löw.
El comienzo del partido pareció confirmar la mayoría de los pronósticos con una Alemania que atacaba y un Gales que se concentraba ante todo en la defensiva y en importunar a los alemanes con una marca agresiva y pegajosa.
Alemania tuvo problemas para fabricar oportunidades de gol y el conjunto de John Toshack hubiera ganado, incluso, ese pulso inicial de no ser por un arranque de genialidad de Michael Ballack que, en el minuto 11, al ver al meta Will Hennesey adelantado, soltó un balazo desde 30 metros de distancia que se convirtió en la ventaja germana.
Alemania tenía mayor posesión de pelota e iba adelante en el marcador, pero estaba lejos de imponer autoridad en el campo. Incluso, llegó un momento en que los galeses intentaron la rebelión y estuvieron cerca del empate.
En el minuto 20, Bob Earnshaw tuvo una buena ocasión dentro del área -conjurada por una buena parada de Robert Enke- y, en el 28, los alemanes no se hubieran podido quejar si el central noruego Terje Hauge hubiese sancionado penalti a favor de Gales cuando el central Sedar Tasci se resbaló dentro del área y derribó a Ledley que buscaba rematar a puerta.
Esas dos situaciones fueron sólo los síntomas más notorios de que Alemania no tenía el pleno control del partido. La marca galesa molestaba mucho, las entregas imprecisas se multiplicaban y las ocasiones no empezaron a aparecer sino ya pasada la primera media hora de juego.
Mario Gómez tuvo una, en el minuto 32, cuando remató ligeramente desviado desde el borde del área tras recibir un pase de Ballack. Y un minuto después, Hennesey salvó a Gales del segundo al parar un disparo a quemarropa de Lukas Podolski.
Ya en el segundo tiempo, en el minuto 48, llegó el segundo gol que Alemania necesitaba para la tranquilidad y fue un gol en propia puerta del desafortunado Ashley Williams que atravesó el pie en momento para cortar un centro de Gómez.
El aumento de la ventaja le dio cierta tranquilidad a Alemania, pero Gales mantuvo el espíritu combativo poniendo todo lo que tenía, que no era mucho, en el campo. En el 57, Gales tuvo una ocasión para el descuento, otra vez en los pies de Earnshaw y otra vez conjurada por una buena parada de Enke.
Al final, a Alemania, lo poco que mostró le alcanzó para una victoria en la que hubo un poco de suerte sobre todo si se piensa en el penalti no sancionado de la primera parte cuando el marcador estaba 1-0. (Fuente espn.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario