El aficionado del Real Madrid echa de menos a Robben y Sneijder. Sus salidas fueron traumática y sólo los fichajes de Cristiano Ronaldo, Benzema y Kaká amortiguaron el dolor. Pero los meses han pasado y ahora todos señalan al brasileño como la gran decepción del nuevo proyecto galáctico de Florentino Pérez. El culpable de que se extrañe a jugadores que ya no están. Kaká no ha aportado nada, salvo esporádicas apariciones que no tuvieron continuidad. Tanto se está arañando en sus actuaciones que muchos recuerdan que en sus dos últimos años en el Milan ya no era el de antes: aquel Balón de Oro que deslumbró al mundo con su fútbol fresco, rápido e imaginativo. Ahora, en el Madrid todo aquello es recuerdo y se confirman esos temores de que puede estar llegando su cuesta abajo.
A Kaká le pasa lo mismo que a Messi, pero al contrario. En el Madrid es un fracaso, mientras que es clave para su selección.
Todo el juego ofensivo de la ‘canarinha’ pasa por sus pies, mientras que en el equipo blanco es una pieza más... o menos por su pobre aportación. Se buscan los motivos de por qué no rinde: que si tendría que jugar más en punta; que si las lesiones le están limitando; que si le cuesta adaptarse al fútbol español; que si le puede la ansiedad; que si no encaja en los esquemas de Pellegrini, que si... Pero lo cierto es que al brasileño se le sigue esperando.
Lo más llamativo de todo es que tiene el respaldo incondicional de Pellegrini; de sus compañeros, en especial de Cristiano Ronaldo, y, por supuesto, del club con Florentino Pérez al frente. Lo tiene todo para destapar el frasco de las esencias, para volver a ser quien era, pero ni así acaba de explotar todo su potencial.
Kaká ha jugado 29 de los 37 partidos oficiales del Real Madrid esta temporada, sólo 12 completos entre Liga, Liga de Campeones y Copa del Rey, en los que sólo ha marcado siete goles, tres de ellos de penalty. Se ha perdido nueve partidos por lesión, cuatro por la famosa pubalgia y dos por su actual dolencia que el cuerpo médico madridista diagnostica como “contractura en el músculo abductor izquierdo”. Un percance que se produjo ante el Lyon hace 13 días, que pueden alargarse unos cuantos más, porque no se espera que esté recuperado para el jueves ante el Getafe, y es posible que incluso se pierda el derby ante el Atlético del próximo domingo. Si los médicos le dan el alta después del encuentro de Getafe, Pellegrini no le convocará frente al Atlético como ya hizo tras superar su lesión de pubalgia en vísperas del partido en Pamplona ante Osasuna y que es una de las máximas del chileno con todos los jugadores de la plantilla. Incluso se especula que ha podido recaer de la pubalgia que le tuvo el mes de diciembre parado, y que arrastra de su etapa en el Milan.
Al margen de sus estadísticas, cuyos únicos números azules destacables son las asistencias de gol, seis en total, el brasileño está decepcionando. Su bajo rendimiento ha abierto las especulaciones sobre su continuidad en un equipo en el que no hay margen para las probaturas. Máxime cuando se trata de un futbolista consagrado como él (cumple 28 años el próximo 22 de abril), del que se espera lo máximo desde el primer minuto y no un fútbol errático e inconstante. En Italia, por ejemplo, se ha hablado de un hipotético retorno, e incluso de un cambio con la Juventus por Diego y Chiellini. Y todo porque Kaká está resultando un fracaso después de pagar 65 millones de euros para vestirlo de blanco.
A Kaká le pasa lo mismo que a Messi, pero al contrario. En el Madrid es un fracaso, mientras que es clave para su selección.
Todo el juego ofensivo de la ‘canarinha’ pasa por sus pies, mientras que en el equipo blanco es una pieza más... o menos por su pobre aportación. Se buscan los motivos de por qué no rinde: que si tendría que jugar más en punta; que si las lesiones le están limitando; que si le cuesta adaptarse al fútbol español; que si le puede la ansiedad; que si no encaja en los esquemas de Pellegrini, que si... Pero lo cierto es que al brasileño se le sigue esperando.
Lo más llamativo de todo es que tiene el respaldo incondicional de Pellegrini; de sus compañeros, en especial de Cristiano Ronaldo, y, por supuesto, del club con Florentino Pérez al frente. Lo tiene todo para destapar el frasco de las esencias, para volver a ser quien era, pero ni así acaba de explotar todo su potencial.
Kaká ha jugado 29 de los 37 partidos oficiales del Real Madrid esta temporada, sólo 12 completos entre Liga, Liga de Campeones y Copa del Rey, en los que sólo ha marcado siete goles, tres de ellos de penalty. Se ha perdido nueve partidos por lesión, cuatro por la famosa pubalgia y dos por su actual dolencia que el cuerpo médico madridista diagnostica como “contractura en el músculo abductor izquierdo”. Un percance que se produjo ante el Lyon hace 13 días, que pueden alargarse unos cuantos más, porque no se espera que esté recuperado para el jueves ante el Getafe, y es posible que incluso se pierda el derby ante el Atlético del próximo domingo. Si los médicos le dan el alta después del encuentro de Getafe, Pellegrini no le convocará frente al Atlético como ya hizo tras superar su lesión de pubalgia en vísperas del partido en Pamplona ante Osasuna y que es una de las máximas del chileno con todos los jugadores de la plantilla. Incluso se especula que ha podido recaer de la pubalgia que le tuvo el mes de diciembre parado, y que arrastra de su etapa en el Milan.
Al margen de sus estadísticas, cuyos únicos números azules destacables son las asistencias de gol, seis en total, el brasileño está decepcionando. Su bajo rendimiento ha abierto las especulaciones sobre su continuidad en un equipo en el que no hay margen para las probaturas. Máxime cuando se trata de un futbolista consagrado como él (cumple 28 años el próximo 22 de abril), del que se espera lo máximo desde el primer minuto y no un fútbol errático e inconstante. En Italia, por ejemplo, se ha hablado de un hipotético retorno, e incluso de un cambio con la Juventus por Diego y Chiellini. Y todo porque Kaká está resultando un fracaso después de pagar 65 millones de euros para vestirlo de blanco.
Van der Vaart, mucho más rentable que el brasileño
Van der Vaart no contaba, pero sus actuaciones han eclipsado la mediocre aportación de Kaká. Relevó al brasileño en los cinco partidos que se perdió por la lesión de pubalgia y en ese tiempo el holandés convenció. Su equipo sumó cuatro triunfos consecutivos: 4-2 al Almería, 1-3 en Marsella, 2-3 en Valencia y 6-0 al Zaragoza, y un empate, 0-0 en Pamplona.
En los dos últimos encuentros que el brasileño se ha perdido por una contractura muscular, el holandés se erigió en el salvador del equipo ante el Sevilla, 3-2, con un gol suyo en el tiempo de descuento; y ante el Sporting, al protagonizar el tanto polémico del empate que él mismo ha reconocido marcó tras llevarse el balón ayudado de las manos. Ha marcado 5 goles, dos menos que Kaká, pero ha jugado 1.417 minutos menos: 2.407 Kaká y 990 el holandés.
En los dos últimos encuentros que el brasileño se ha perdido por una contractura muscular, el holandés se erigió en el salvador del equipo ante el Sevilla, 3-2, con un gol suyo en el tiempo de descuento; y ante el Sporting, al protagonizar el tanto polémico del empate que él mismo ha reconocido marcó tras llevarse el balón ayudado de las manos. Ha marcado 5 goles, dos menos que Kaká, pero ha jugado 1.417 minutos menos: 2.407 Kaká y 990 el holandés.
(Fuente sport.es)
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