El Inter, por no saber sentenciar un título al que todos le asignan, y el Milan, por no aprovechar su gran oportunidad, vivieron un fin de semana de locos
El Scudetto ya no es coto privado del Inter. La lucha por el título de la Serie A ha recobrado un interés que parecía perdido hace apenas un mes y medio, cuando el equipo ‘nerazzurro’ le sacaba ocho puntos al Milan y a la Roma, que contaba con un partido más. Una mala racha de resultados del campeón, que sólo ha sumado ocho puntos en siete partidos, unido al renacer de sus más inmediatos perseguidores, ha disparado el interés por la cabeza de la competición, que esta semana vivirá una doble jornada culminada con un Roma-Inter que puede hacer saltar chispas.
El Milan dejó escapar la posibilidad de colocarse en cabeza el pasado domingo, al ceder un empate contra el Nápoles (1-1), en San Siro, un día después de que el Inter obtuviese el mismo resultado en Palermo. “Perdimos una gran oportunidad, pero vamos a seguir trabajando hasta el final”, aseguraba Leonardo. “Estamos vivos de nuevo. Aún faltan muchos partidos para ganar el Scudetto”, puntualizaba un Ronaldinho que todavía no ha dicho su última palabra en la recta final de la competición y con las perspectivas de convencer a Dunga para que le lleve al Mundial.
En cambio el Inter, que superó con autoridad el enfrentamiento con el Chelsea, en la Champions, no se está encontrando a gusto en el campeonato doméstico.
Todo el arrojo que demostró Mourinho en Stamford Bridge, alineando juntos a Pandev, Eto’o y Milito, no se ha visto a lo largo de la temporada en el equipo ‘nerazzurro’ y mucho menos en las últimas semanas, en las que el Inter sólo ha marcado seis goles en ocho partidos. La media realizadora del equipo ha pasado de los 2,18 goles que acreditaba tras su victoria por 3-0 contra el Cagliari, el 7 de febrero, a los 0,75 que ha firmado en sus últimos ocho partidos, agravada por el apartamiento de Balotelli y por la crisis ofensiva de Eto’o, que aún no ha marcado en la Serie A tras su vuelta de la Copa Africa.
El Inter conserva aún el liderato, pero las sensaciones que transmite no invitan al optimismo. La Champions le puede distraer y esta temporada no cuenta con el colchón de puntos que tenía en las dos últimas temporadas (ocho y nueve puntos) a estas alturas de campeonato. Su ventaja sobre el Milan y la Roma, que ejerce de tapado, es que de los nueve partidos que restan para el final cinco son en casa y cuatro fuera, lo contrario que sus máximos rivales. Pero el nerviosismo está instalado en el equipo.
Mourinho le dio la espalda al presidente del Palermo, Maurizio Zamparini, cuando éste le tendió la mano el sábado pasado tras el empate en el Renzo Barbera. (Fuente sport.es)
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