Emery no supera la crisis


El Recre se adelantó y pudo sentenciar varias veces Valencia 1 - Recreativo 1


La vida sigue igual en Mestalla. Igual de desastrosa. Anoche los ches salvaron un punto, pero no salvaron su imagen, pobre y con muy pocos argumentos futbolísticos. Sigue su caída libre, su atasco mental y de piernas que le han convertido ahora mismo en un chollo para cualquiera que se les enfrente. Ayer fue un Recreativo que rondó la victoria, la mereció en la primera parte y al final, cuando Adrián Colunga tuvo dos para pegarle fuego al estadio valenciano. No acertó, como cuando envió su primer disparo al poste, y para los andaluces también sigue la vida igual: no pierden fuera en 2009 y son letales, o casi, con espacios.
Lucas sabía que tenía que cortocircuitar el centro del campo local, en el que Baraja y Edu no dieron la frescura que Emery buscaba. Por eso colocó un trivote (Barber, Fuego y Vázquez) que, unido al del Valencia, generó un atasco del que salió beneficiado el Recre, que cada vez que robaba el balón montaba una contra con la 'Doble C', que durante una hora hizo lo que le dio la gana. Adrián pudo inaugurar el marcador y Camuñas encontraba una autopista en el costado de Moretti y por ahí llegó su tanto.
Y de la esperada reacción valencianista, nada de nada. Unai movió sus piezas y sólo logró alimentar el caos. Albiol de lateral, Silva en una banda, Mata de punta... un desastre, por resumirlo. El técnico blanquinegro no se cansa de lanzar mensajes positivos, de ánimo, de vamos que nos vamos, pero lo que le hace falta al Valencia es fútbol, ideas, argumentos y eso hay que apuntarlo en su debe. Porque fuera, los ches son un regalo y, en casa, cualquiera le baila y eso ya es intolerable. El crédito de Emery parece ilimitado, aunque no debería serlo porque el de su equipo no lo es y cada semana se aleja más del objetivo Champions. Sobre el césped, los jugadores trasladan la realidad institucional de la entidad, han logrado echar a un público fiel del estadio y el tufillo que desprende el panorama es deprimente, de un fin de ciclo declarado que, por mucho que a los futbolistas les duela oír, salta a la vista.
En cambio, los onubenses, con poco van logrando mucho. Alcaraz le ha dado un sello al Recre y unos fundamentos a los que se agarran en su avance, centímetro a centímetro, hacia la salvación. En ese plan trazado, Camuñas y Colunga son la clave y, en una pared de ambos, llegó el 0-1. Mestalla empezó a pitar y eso espoleó a los ches, que merecieron la igualada, pese a la injusta roja a Marchena. El 1-1 llegó con una genialidad de Pablo y entre Mata, Silva y Morientes merecieron el segundo, pero no llegó. Morris y Riesgo achicaron el agua y la recta final volvió a ser del Recre, que en dos llegadas de Colunga tuvo la victoria. Nada cambió ya, como nada había cambiado antes. (fuente as.com)

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