Árbitro venezolano Juan Soto
El arbitraje es uno de los trabajos quizá más incomprendidos e injusto el cual un ser humano se puede enfrentar. Su desempeño requiere de muchas cualidades y preparación que tal vez, algunos de ellos no alcancen, puedan o quieran tener para desempeñar mejor su labor dentro de un campo de juego.
Hablar de ser árbitro en Venezuela es quizás una tarea muy sencilla, por lo visto últimamente en todas y cada una de las jornadas de nuestro fútbol profesional (salvando algunos partidos), y lo conversado con algunos dirigentes y Árbitros colegiados, solo se realiza un curso de 48 Horas de duración, y simplemente con esto ya se está capacitado para ser el principal en partidos de categorías sub.-17 y sub.-20, que es por donde generalmente se comienza para su evaluación final. (Les dije que era bastante sencillo).
¿Que les podemos exigir a todos ellos con tan mínima instrucción?
¿Que les podemos exigir a todos ellos con tan mínima instrucción?
Entonces mis preguntas son.
1.- Está capacitado un individuo para dirigir y controlar un partido de fútbol con tan solo 48 horas de “preparación”.
2.- Si es cierto, que en tan solo 48 horas se puede conocer con exactitud la teoría del fútbol, pero en donde queda la condición física del arbitro que debe o tiene que ser tan igual que la de un futbolista?
3.- Existe la posibilidad de “importar” árbitros para nuestro fútbol tal cual como se hizo en el baloncesto y el béisbol?
Estas interrogantes, son el pan nuestro después de cada jornada del fútbol venezolano. Luego de finalizado cada partido, cada jornada de nuestro fútbol indistintamente de la sede, el tema siempre es el mismo LA MALA ACTUACIÓN DEL ARBITRO. Ahora bien porque no profesionalizar esta carrera.
Quejas y más quejas
A lo largo del tiempo que hemos vivido en los campos de fútbol, hemos visto que aficionados, técnicos y jugadores se han quejado de la mala actuación de un silbante. Le dicen que debería ir a la escuela, le preguntan que quién le enseñó, que cómo es que realiza ese trabajo si no sabe, y muchas cosas más por el estilo.
Sin embargo, hay que estar en la camisa del árbitro para sentir esa presión que se siente a la hora de llevar a cabo un partido.
Una de las razones por las que hay escasos silbantes es precisamente porque se les exige demasiado y en muy pocas ocasiones se les reconoce su trabajo, La paga es deficiente y no son nada profesionales. Trabajar de esa manera no es nada fácil. Si lo fuera, cualquiera estaría dentro de un campo dirigiendo un partido.
Hemos visto como jóvenes que empiezan esta carrera, a los pocos días la dejan, y es que la presión que se siente es demasiada, razón por la que en ocasiones se suspenden partidos porque simplemente no alcanzan a cubrir todos los juegos con los silbantes que hay actualmente.
El que se queda es porque le apasiona y precisamente a este es a quien hay que ayudar y rescatar.
Será posible coordinar un curso de adiestramiento mucho mas profesional y con exigencias mayores para el postulante (nivel mínimo académico T.S.U ), además de los conocimientos que se imparten: la teoría del fútbol y la condición física, involucrar a psicólogos, por aquello de ayudar al que lo hace mal dentro de la cancha y la forma de corregirlo.
Simplemente estoy proponiendo la creación de la Escuela Superior de Árbitros de Venezuela, donde se podría elevar mucho más el nivel del colegiado y por ende del espectáculo en el cual este va a intervenir.
Además se utilizaría no únicamente para dedicarla al fútbol, sino que también existen oportunidades para otros deportes como boxeo, baloncesto, béisbol y quizá muchas disciplinas más para las cuales indudablemente la preparación y profesionalismo es una de las llaves con las que se puede alcanzar el triunfo y sin ellas no se obtiene más que el fracaso.
Es una propuesta para rescatar de alguna manera el fútbol en Venezuela y que podría interesar también a otros deportes donde intervenga la mano de la justicia del juez.
Alejandro Sánchez González
@Alejandrosnhz
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